El rol clave del Biobanco del SSPA en las investigaciones del mañana

By Entrevista, Prensa

La institución quiere potenciar el uso de sus muestras biológicas humanas para el desarrollo estudios clínicos de calidad

El Biobanco del Sistema Sanitario Público de Andalucía ofrece un amplio catálogo de productos sanguíneos o derivados, tejidos y muestras biológicas de origen humano para uso asistencial y de investigación. Recién aterrizado al frente de la dirección científica del mismo, el Dr. Antonio Campos desgrana las principales líneas de actuación de esta institución que quiere convertirse en una herramienta fundamental en la asistencia a los científicos. El catedrático de Histología e Ingeniería Tisular accede a este cargo después de desempeñar la presidencia de la Sociedad Española de Histología, el decanato de la Facultad de Medicina de Granada y la dirección del Instituto de Salud Carlos III, entre otros hitos de su amplio currículo. 

Campos, que encabeza ahora el Biobanco dado que «si te invitan a asumir responsabilidades hay que aceptarlas, uno no puede vivir aislado en la sociedad sin participar en su gestión y desarrollo», asevera que entre los objetivos de este organismo se incluye potenciar la investigación y la asistencia en salud, contribuyendo a la colección, tratamiento, conservación y cesión de muestras biológicas humanas a investigadores con la calidad y garantías necesarias para que puedan cumplir sus metas. Además, el Biobanco también pretende mejorar el control de calidad de las células y tejidos destinados a la investigación y a la terapéutica para aportar nuevos criterios de mejora en la preservación y en la idoneidad del material biológico a utilizar. Por último, en su hoja de ruta también incluye la formación y divulgación tanto para el personal sanitario como para la sociedad en general. Para esto último, el Biobanco establecerá una estrecha relación formativa con los donantes que generosamente contribuyen en esta causa de manera altruista.

Cuestionado por el equilibrio entre el uso asistencial y el empleo en la investigación, Campos considera que sendas ramas «son fundamentales porque las dos sirven al sistema sanitario. Lo importante es tomar conciencia de la importancia de garantizar muestras biológicas de calidad en ambos casos». Asimismo, el director científico del Biobanco augura una apuesta decidida por la innovación pues «debe estar presente en toda actividad científica y la nuestra lo es. Ha de haber una investigación e innovación permanente en todas las actividades desarrolladas» por esta institución.

En el campo de la gestión de muestras, Andalucía cuenta con una larga trayectoria desde que en 2003 la Consejería de Salud de la Junta y la Universidad de Granada constituyeron el Banco de Líneas Celulares y la Red de Bancos de Tumores de esta comunidad autónoma. Con posterioridad se desarrollaron iniciativas tanto en el ámbito regional como nacional (Red Temática de Investigación en Cáncer en 2005 o Banco de ADN Humano de Andalucía en 2007, por mencionar algunos ejemplos), así como distintas normativas. Con respecto al Biobanco del Sistema Sanitario Público de Andalucía, su actividad ha ido en aumento desde su creación y posee un carácter mixto al estar organizado en un área de investigación y otro asistencial, lo que lo convierte en el centro de mayor potencial existente de España. Entre sus virtudes se halla la estrecha relación que mantiene con el Sistema Sanitario Público de Andalucía, lo que permite una gran capacidad para distribuir muestras y datos de los diferentes centros que lo integran. 

En esta labor posee una labor instrumental el Registro Andaluz de Donantes de Muestras para Investigación Biomédica (REDMI), una iniciativa de la Consejería de Salud destinada a canalizar las voluntades de los ciudadanos que quieren donar muestras. Esta herramienta permite a las personas participar de forma activa en el desarrollo científico y actualmente posee 1.400 inscritos, si bien pretende aumentarse considerablemente esta cifra al tratarse de un registro de nueva creación y pionero a nivel nacional. Cualquier persona interesada puede contribuir con sus donaciones –los menores de edad y no capacitados mediante la autorización de sus padres o tutores legales–, lo que ayudará a los investigadores que acceden al Biobanco al darles a conocer el número de potenciales donantes con los que pueden contar de cara a futuros proyectos, una información muy útil antes incluso de solicitar la financiación para su estudio.

Antonio Campos señala que «los investigadores reclaman muestras y datos cada vez más específicos, con criterios de inclusión y exclusión muy concretos, por lo que es posible que las muestras ya almacenadas en los biobancos no cumplan esos requisitos. En cambio, el registro de donantes permite la obtención de muestras en el momento idóneo, con las máximas garantías de calidad y en el formato adecuado, lo que garantiza las investigaciones a realizar, la rapidez de respuesta a las solicitudes y el número de muestras disponible para estudiar enfermedades con baja prevalencia». El director científico del Biobanco detalla que «el Biobanco ya participa en un piloto para el diseño de ensayos clínicos y es muy probable que en el futuro las muestras deban gestionarse a través de nosotros, con los criterios de calidad que ello exige. En este ámbito seguramente haya muy pronto una normativa europea al respecto», lo que disparará la ya de por sí importancia capital de este organismo. Un aspecto que redunda en la enorme relevancia del Biobanco de cara a las investigaciones del mañana.

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